Aunque ya hace unos años que dejé de hacer notas de cervezas, se me quedaron en el tintero varias que no llegué a publicar en este blog. He decidido poco a poco ir dándoles su finalidad, y serán pues las últimas publicaciones de este sitio.

Gracias a todos aquellos que me enseñaron a disfrutar de la cerveza, aprendí muchísimo leyendo vuestros blogs y vuestros comentarios. Gracias a todo aquél que se animó a leer estos apuntes de aficionado.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Hoegaarden (Cerveza blanca Belga)

Debido a los exámenes, casi me acercaba al mes sin poner nada por aquí. Comenté que el blog iría muy paulatinamente llenándose con nuevas entradas, pero ¡no me refería a tan despacio! No obstante, sigo de exámenes (hasta mediados de marzo), mas es conveniente hacer algún descanso...

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Al abrir la botella, comienza a percibirse un olor intenso e inusitado a cerveza (cuando uno está acostumbrando a las de cebada…). Olor no especialmente a malta o lúpulo. Un fuerte olor a trigo (en la etiqueta indican mezcla –claro- entre malta de cebada y de trigo). Pero hay un aroma adicional que no acabo de localizar bien.

El tono del líquido una vez volcado en el vaso o jarra. Es de color amarillo turbio. Un líquido translúcido, de un color amarillo claro. La espuma –en mi caso- es la suficiente, con una esponjosidad más que aceptable, aunque (insisto, en esta ocasión), enseguida va desapareciendo.

Primer sorbo. Sabor suave, afrutado (¿naranja?); sabor de malta, característicamente e inconfundíblemente de trigo, y en vez de lo esperado, un exaltado tono de amargor refrescante al final.

En la boca resulta excelente. La hace peculiar, para mí, este sabor de malta de trigo (es evidente), y ese final de trago que no abunda en el amargor –es muy poco perceptible-, sino en un sabor a otra cosa. Pero muy refrescante. Es, como si digamos, una cerveza muy diurna. Produce buen cosquilleo en la lengua, y en el paladar, si recién entrado el líquido en la boca, se mantiene en esa zona delantera quieto.

Tiene un sabor peculiar, es una cerveza con su manera de ser distintiva. Resulta muy sabrosa, y muy refrescante. Se bebe con mucho gusto. Es buenísima esa conjugación de malta de trigo y tono afrutado. Y ese final de trago. No obstante, creo que hay que beberla poco a poco. Por lo menos a mi, beber un par de tragos demasiados seguidos, me produce una sensación como de empalagamiento.

Pese a todo, he de decir que las maltas de trigo no las he probado demasiado (tampoco es que me desagraden).

Por lo que indican en la etiqueta, conviene servirla a unos 4º (fría). El frescor y la “potencia” de esta cerveza se sentirán mucho mejor.

Trago final: Lo encuentro sutilmente aguado, pero precisamente por ello, con un tono afrutado (a naranja, creo yo), más radiante.

No tengo por el momento mucha experiencia en cervezas de este tipo (de malta de trigo, y tan característicamente frutadas), pero por su cuerpo, y su peculiar sabor, me parece una Muy Buena cerveza. 4’9 Alcohol / vol.

Nota: También la probaron Frankeinas y Catador.

Nota 2: Fotografía hecha antes de que me comprara la copa ^^U .

6 comentarios:

Chela dijo...

Bienvenido otra vez amigo RJ, el olor que todavía no sitúas puede deberse o a la cáscara de Curaçao o al clavo de olor que utilizan en su maceración. Sin duda es un explosión de oloros exóticos.todo esto unido al toque a cítricos que destila hacen de esta cerveza una refrescante experiencia durante el verano.

Salud amigos

Pivní Filosof dijo...

aha!!! yo tenía entendido que usaban cáscara de naranja, hoy seguramente extracto. Uno de los pocos productos decentes de la InBev(ible)

Chela dijo...

Para ser completamente precisos el curaçao es eso, una naranja, la "Citrus curassaviensis" una variedad de naranja originaria de la isla caribeña de Curaçao, situada en lo que se conoce como la Guyana Holandesa, frente a las costas de Venezuela. La cáscara amarga desecada es lo que se usa para hacer el famoso Licor de Curaçao y para dar sabor a esta cerveza junto con el clavo y el cilantro-aunque yo este último no lo detecto por ningún lado...
Logicamente ahora se utilizarán jarabes, siropes y demás aromatizantes aunque igual nos llevamos una sorpresa y los tipos se van al Caribe a por naranjas de Curaçao jejejejejeje

Jasco dijo...

Gracias Chela por la información que comentas sobre esos sabores. Pues igual es lo del clavo. Lo del curaçao es bastante claro. LO cierto es que encontré a esta cerveza muy particular, y como dice Max, un producto decentísimo.

A mi me gustó mucho, vaya, jajaja.
Cierto que hoy seguramente se trata de algún extracto o similar. Aunque sería, como dices Chela, un puntazo que realmente fuera ese tipo de naranja.

Me encanta notar como, por estas cosas, el prducto, la cerveza, queda tan enganchado a lo que es la Historia. Le da como mayor sabor.

¡Saludos, gracias por comentar, Max, Chela!

RJ

Pablo Franco dijo...

Esta buenísma la Hoegaarden, la probé no hace demasiado tiempo, pero desde entonces es una de mis habituales cuando me doy lujos cerveceros. Nunca había probado una cerveza tan afrutada y tan rica, me encanta.

Saludos RJ y compañía.

Jasco dijo...

Coincido contigo, Frankeinas. ¡Es una cerveza muy sabrosa y refrescante! Jajaja, qué bien van los lujos cerveceros de vez en cuando!

Saludos!